Él lo hizo

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viernes

Los milagros de Jesús

 

Los milagros son el lenguaje de Dios. La naturaleza habla de la gloria de Dios. Para los ojos despiertos, que no están nublados por la rutina, toda la creación es un canto de alabanza al Creador que pregona: Él nos ha hecho. La belleza del mundo es palabra hermosa que habla de Dios. Todo habla de Dios y de su esplendor de gloria. Pero el milagro tiene un lenguaje especial. Es el lenguaje privado de Dios. Sólo Él puede emitir una palabra que vaya más allá de los límites que ha querido establecer en la naturaleza. Los milagros hablan del amor omnipotente del eterno. Y Dios habla en Jesús con tantos milagros que, al cabo de los tres años, casi se acostumbran a esa grandeza. Todos los milagros de Jesús son para el bien; nunca realiza ningún milagro para castigar o hacer caer fuego del cielo sobre los injustos o los malhechores. Los que los observan, ven el dedo de Dios que señala: mirad a mi Hijo. Los beneficiados se gozan. Los ciegos se llenan de alegría, al ver; los paralíticos saltan de gozo, y los leprosos estrenan nueva convivencia al quedar limpios.
Es significativa la cantidad de milagros destinada a sanar las enfermedades. El dolor es un efecto del pecado de origen. Cristo, al vencer al dolor, quiere demostrar que viene a vencer a su causa que es el pecado. No sana todas las enfermedades, sólo unas pocas, aunque sean cientos. Porque el dolor se va a convertir en instrumento del amor más grande. Gran misterio el del dolor; pero mayor aún el del amor que, en el dolor, no deja de querer. Jesús dará a conocer su mesianidad por medio de los milagros, pero cada milagro será un signo elocuente de lo que viene a traer al mundo: una felicidad nueva, traída por un amor generoso y fuerte, que llega de lo Alto.

Veinticuatro milagros sobre curaciones.

(De: http://es.wikipedia.org/wiki/Milagros_de_Jes%C3%BAs)

Siete curaciones de espíritus inmundos

En estos pasajes se puede observar que incluso los demonios se postran ante Jesús, lo obedecen y lo reconocen como el Santo Hijo de Dios.
·         El de la región de Gerasa (Mt. 8:28-34, Mc. 5:1-20, Lc. 8:26-29): Era poseído por muchos espíritus inmundos que se hacían llamar Legión, que fueron expulsados y entraron en un hato de cerdos, que luego murieron.
·         El mudo (Mt. 9:32-34): La gente estaba asombrada y los fariseos afirmaban que gracias al príncipe de los demonios Jesús realizaba sus exorcismos.
·         El endemoniado ciego y mudo (Mt. 12:22-23, Lc. 11:14-15)
Archivo:Duc De Berry - Besessener.jpg
 La hija de la cananea (Mt. 15:21-28, Mc. 7:24-30): Fue un milagro llevado a cabo en la región de Tiro y de Sidón, por petición y gracia a la fe de la madre de la víctima.
Imagen del libro de horas Les Très Riches Heures, donde se muestra a Jesús curando un endemoniado
  •  El niño epiléptico (Mt. 17:14-21, Mc. 9:14-29, Lc. 9:37-43): Los discípulos que acompañaban a Jesús no pudieron curar al niño porque tenían falta de fe.
  •  El de la sinagoga en Cafarnaúm (Mc. 1:21-28, Lc. 4:31-37): Fue sanado en los días de reposo,
  •  María Magdalena (Lc. 8:1-3): De la cual salieron 7 demonios. También sanó a otras muchachas, entre ellas: Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana.

Cinco curaciones de paralíticos

Archivo:Gabriel von Max Jesus heilt die Kranken.jpg
En un cuadro de Gabriel von Max, representación de Jesús sanando a un niño (Imposición de manos).
  • El criado del centurión en Cafarnaúm (Mt. 8:5-13, Lc. 7:1-10): Fue curado distancia por petición y gracias a la fe del centurión. No está claro si el relatado en el Evangelio de Juan es el mismo milagro, ya que el beneficiario es en este caso el hijo de un cortesano, aunque los detalles de la narración son idénticos.
  •  Un paralítico de Cafarnaúm (Mt. 9:1-18, Mc. 2:1-12, Lc. 5:17-26): quien estaba postrado, y también le fueron perdonados sus pecados. Los escribas acusaron a Jesús de blasfemo.
  •  El hombre de la mano seca (Mt. 12:9-14, Mc. 3:1-6, Lc. 6:6-11): debido a este milagro los fariseos se enfurecieron y murmuraban planeando la destrucción de Jesús.
  •  La mujer en la sinagoga que estaba encorvada y no podía enderezarse (Lc. 13:10-17): esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga, por lo cual Jesús fue criticado.
  • El de Jerusalén (Jn. 5:1-18): este hombre llevaba 38 años enfermo y fue sanado un sábado en un estanque llamado Betesda en hebreo.

Cuatro curaciones de ciegos

  •       Los dos ciegos de Cafarnaúm (Mt.9:27-31).
  •   Bartimeo, el de Jericó (Mt. 20:29-34, Mc. 10:46-52, Lc. 18:35-43, también encontrado en el Corán): Él le suplicó misericordia y Jesús le dijo que fue salvado gracias a su fe.
  •     El de Betsaida (Mc. 8:22-26): A quien sanó poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos.
  • El de nacimiento (Jn. 9:1-41): Jesús lo sanó restregando lodo hecha con su propia saliva, en los ojos del ciego, quien luego se lavó en la piscina de Siloe (enviado).
“La curación del ciego” El Greco

Dos curaciones de leprosos

                                                                    Sanación de los diez leprosos

Otras seis curaciones


Jesús y la suegra de Pedro, escena de la abadesa Hitda de Meschede


  •  El hidrópico (Lc. 14:1-6): Esta curación fue hecha un sábado en la casa de uno de los principales fariseos.
  •  La oreja de Malco (Lc. 22:50-51): quien fue herido por un discípulo de Jesús, a quien Jesús reprendió por ello.
  •  El hijo del alto oficial del rey (Jn. 4:46-54): Jesús y el oficial se encontraban en Caná, y el niño que moría se encontraba en Cafarnaún.

Curaciones hechas de modo genérico

Además de las ya mencionadas curaciones, hay pasajes que hacen referencia a ocasiones en que Jesús curó de modo genérico diversas enfermedades. Se mencionan cinco a continuación:
·         Recorriendo Galilea (Mt. 4:23-25, Lc. 16:17-19).
·         Al ponerse el sol (Mt. 8:16-17, Mr. 1:32-34, Lc. 4:40-41).
·         Junto al mar de Galilea (Mt. 15:29-31).
·         En el Templo (Mt. 21:14-15).
·         Cuando se retira al mar con sus discípulos (Mc 3:7-12).

¿Qué tienen en común los milagros de sanación?

·         De parte del enfermo o familiares:
-           Fundamentalmente FE. Una fe derivada de lo que habían visto u oído, pero fe. Una fe de la que Jesús “se admira” cuando proviene de los gentiles, de los extranjeros, de los “perros”. Una fe que hace a la hemorroísa “robar” la sanación sólo tocando su manto. ¿Fue el manto o su fe la que le salvó? Una fe que proviene de la necesidad, de saberse  pequeño y débil.
-           VOLUNTAD - PETICIÓN: ¿quieres?- pregunta Jesús- Quiero, responde el enfermo. La voluntad que hace gritar a Bartimeo, que hace que otros se postren ante Éll, que rueguen, y, en cuya base está ¡no soy digno!
-          AGRADECIMIENTO: en general, cuando no es así, Jesús pregunta ¿dónde están? (aquellos  otros que curé). Jesús extraña  el agradecimiento que proviene de la humildad que reconoce en Él al Hijo de Dios y lleva al “sanado” a glorificar a Dios.
-          SEGUIMIENTO – SERVICIO: después de la experiencia de sanación los enfermos glorifican a Dios, siguen a Jesús, sirven a Jesús, al Reino.
·         De parte de Jesús:
-          MISERICORDIA: la que Dios quiere y no sacrificios.
-          COMPASIÓN: pasión compartida con los hombres, “tomó nuestras flaquezas y cargo con nuestras enfermedades”.
-          ADMIRACIÓN: de la fe de aquellos a los que no se les suponía. “Tu fe te ha salvado”, “en la medida de tu fe”…
-          SANACIÓN DEL CUERPO Y DEL ESPÍRITU: considerada la enfermedad, para los hombres, como fruto del pecado, Jesús sana el cuerpo de sus enfermedades y añade la limpieza del espíritu para un nuevo comienzo en una vida nueva “en adelante, no peques más”.
-          NO CUENTES LO QUE HAS VISTO: se repite numerosas veces. Además de preservar “su tiempo”, intuyo la necesidad de la propia experiencia, cuando es otro el que cuenta siempre nos reservamos “el derecho a la duda”. La propia experiencia afianza nuestros pasos. Que cada uno experimente, que cada uno encuentre su propio camino.
·         Instrumentos:
-          A veces su mano, otras su  saliva, su manto o el agua, siempre: su PALABRA.
·         Respecto a la Ley:
-          Cura en sábado.
-          Expulsa demonios.
-          Perdona pecados.
-          “No vino a abolir la Ley sino a darle cumplimiento”, tratando de eliminar los errores que el hombre había añadido a la Ley y que, tantas veces hoy seguimos  añadiendo. El hombre y su sanación - salvación es lo primero de todo.


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