Él lo hizo

Él lo hizo

domingo

Escritos recogidos en oración

3 de noviembre de 2010, en la parroquia, en soledad.

Frente al Sagrario, de nuevo pido tu ayuda, vacío…
No sé cómo seguir, no sé a quien pueda interesar esta experiencia, después de un rato, una sola indicación: “¡Acercamientos!” Te has acercado a la unción poco a poco, describe estos pasos.
Primer acercamiento: teoría básica
 Segundo acercamiento:: confusión, malos momentos, curación, no enfermedad, consagración, muerte no cercana
 Tercer acercamiento: Profundización
Cuarto acercamiento: búsqueda, necesidad, lucha por recibir la unción.  Una unción muy especial. El Señor insiste.
Quinto acercamiento: enfermedad a la luz de la Palabra. Contemplación
 Sexto acercamiento: Vivencia  (de la enfermedad) con la unción
Séptimo acercamiento: Vivencia (de la enfermedad) sin la unción
Este primer planteamiento de los acercamientos, irá cambiando a medida que, en la oración, escribo y escribo sin pararme a pensar.
Siempre pasa que cuando quieres estar solo aparece alguien y cuando estás solo no sabes qué hacer. Un día en que me las prometía muy felices, un par de horas para estar a solas ante el Sagrario y poder escuchar al Señor sin interrupciones. Realmente pasaba mucha gente a realizar sus tareas, todas ellas de gran importancia para el funcionamiento de la parroquia. En definitiva a solas quizá media hora, pero, aún con interrupciones, un buen rato.
Me traes a la soledad, en Tu presencia. Dudo, como siempre, tanteo para comprobar que es tu voluntad la que me trae aquí y no la mía. Guías mi día, me dejo llevar y aquí estoy.
Evangelio al azar: “Jesús se retira con sus discípulos hacia el lago…” (Mc3, 7 – 12)
Mucha gente - “había curado a muchos y cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarlo. Los espíritus inmundos cuando lo veían se postraban ante Él y le gritaban ¡Tú eres el Hijo de Dios! (les prohibía descubrirlo).
Entre tantas meditaciones pendientes y lecturas, me instas y hoy me das el tiempo y la fuerza para no desoírte a ti y desoír al mundo que me rodea.
Unción, pasos.
La oración del Primer día que me pongo ante ti para la unción.
En oración, de rodillas, me gustaría postrarme, no estoy sola.
Tú quieres Señor que escriba sobre la Unción…
Mucho ruido.
¡Desoye, ven dentro, no tengas miedo, confía en mí!
Abandono…
Oración…
Desde el principio
¿Otra vez? ¿A quién puede interesar?
¡A mí!
Perdóname, Abbá, tuya soy, aquí estoy.
¡No desde tu principio, desde el mío! Milagros: curaciones, expulsiones de demonios, sanaciones todas ¿para qué me reconozcáis como Hijo de Dios?
QUIZÁ

 
Este descubrimiento ahora es personal, allí quedaron las curaciones y a ellos les prohibí proclamarlo.
¿Qué descubres tú en las curaciones?
La unción que me has dado a conocer.
Estas curaciones ayudan a creer por el egoísmo que os caracteriza y vuestro egocentrismo pero no era su finalidad.
¡La fe sana, no la sanación lleva a la fe!
En vuestra confusión os agarráis a lo tangible: Éste me ha sanado, Éste es importante, Éste tiene poder, creo en Él porque me sanó.
En aquél tiempo valía, ¡AHORA NO!
Tengo fe, amo a Dios sobre todas las cosas, acepto y conozco mi debilidad, me pongo en tus manos, confío en ti, te ofrezco mi dolor, acompáñame en él  -  Unción  -  dolor compartido -  consuelo  -    sanación segura, visible o no, tangible o no.
Relata, continúa con tu experiencia, con nuestra experiencia. Todo es necesario, lo ha sido y lo será.
¿Qué más vendrá, Abbá?
¿De verdad lo temes?
A Tu lado NO.
Releo el principio.
No sé por donde seguir. No recuerdo o no quiero recordar.
Para eso los acercamientos.

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